miércoles, 6 de septiembre de 2017

El destino

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, define el destino como



destino
De destinar1.
1. m. hado (‖ fuerza desconocida).
2. m. Encadenamiento de los sucesos considerado como necesario y fatal.
3. m. Circunstancia de serle favorable o adverso a alguien o a algo el
destino (‖ encadenamiento fatal de los sucesos).
4. m. Consignaciónseñalamiento o aplicación de una cosa o de un lugar
para determinado fin.
5. m. empleo (‖ ocupación).
6. m. Lugar o establecimiento en que alguien ejerce su empleo.
7. m. Metapunto de llegada.

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En particular me voy a quedar con las definiciones del punto 1, 2 y 7, y más concretamente con los del punto 1 y 7.
Debo decir que personalmente el destino siempre me ha dado un poco de miedo, aunque prefiero no llamarlo así y, simplemente, llamarlo respeto.
Me sugiere respeto porque una fuerza desconocida e incontrolable que hagamos lo que hagamos siempre se sale con la suya me hace sentir vulnerable y expuesta a no sé qué. Eso quiere decir que haga lo que haga lo que está para mí sucederá, quiera yo o no quiera. Si lo que está destinado a sucedernos es algo bueno, fantástico, pero, ¿y si no es precisamente algo bueno?

Quiero pensar que tenemos los humanos algo de voluntad propia y de iniciativa en nuestra propia vida, que somos capaces de tomar decisiones, pero me pregunto si no será que hasta la toma de estas decisiones esta destinada a ser...
Reconozco que muchas veces cuando pienso en este tema (como me sucede con tantos otros) la cabeza parece que me va a estallar y no llego a ninguna conclusión en firme, ni mucho menos en claro.
Lo que sí se seguro es que, llamémoslo hado, destino, azar, algo de todo eso existe, aunque no lo podamos comprender del todo. Quizá no esté en nuestra mano comprenderlo, ni debamos hacerlo.