“¿Qué hay de la separación de
buenos y malos y el castigo eterno y esas cosas? ¿Qué hay del Dios
misericordioso? ¿Dios es vengativo? ¿Nos castigará eternamente?”
Una amiga me hacía estas
preguntas a raíz de Mateo 8, 12: “más los
hijos del reino serán expulsados a la oscuridad de afuera; allí será para sí el
llanto y el rechinar de los dientes”. Porque la imagen del Dios vengativo
no cuadra con la imagen particular que tiene de Dios. Y quiere saber qué opino
yo de todo eso.
Tema complicado.
En primer lugar, creo que Dios no
es vengativo, y tampoco creo en el castigo eterno. Ahora bien, veo a Dios como
un padre. Y los padres, para educar, deben castigar de vez en cuando a sus
hijos para que no cometan una y otra vez los mismos errores.
El castigo no será severo ni
desproporcionado, más bien, será en proporción a la gravedad y a la naturaleza
del acto cometido.
Dios, como nuestro padre que es,
nos castigará si hacemos algo malo; pero, también como nuestro padre que es,
nos perdonará porque también es misericordioso “lento a la ira y rico en
clemencia”.
Ahora bien, también creo que el
que no aprenda del castigo, ni muestre arrepentimiento, ni se considere hijo de
Dios… con ese… Dios no será clemente ni misericordioso, y con esto me refiero a
asesinos, violadores, etc., ¿acaso pretenden que Dios muestre con ellos la
misericordia que ellos no ofrecieron a su víctima? ¿Piden para sí lo que no
dieron?
En cuanto a la pregunta “¿Nos
castigará eternamente?”, opino que no. Dios no castiga eternamente. En
cualquier momento, cualquiera que muestre un arrepentimiento sincero (y Dios
puede ver si ese arrepentimiento es sincero o no) puede salvarse. No hay
castigos eternos. El castigo solo durará el tiempo preciso para que dure el
aprendizaje.
No quiero que esta entrada se
haga más larga… Dedicaré otro post a la separación entre buenos y malos; a lo
del cielo y el infierno.
El amor de Dios no está reservado para unos pocos privilegiados.También los asesinos,violadores,estafadores,etc. son merecedores de su amor, porque el amor de Dios es incondicional. No está dosificado en función del merecimiento.
ResponderEliminarCada entidad experimenta las consecuencias de sus propios actos, pero no como un castigo divino. Dios no actúa contra nada ni contra nadie.
Dios, que es la absoluta perfección, no ve imperfección ni carencia alguna.
Dios es total y absolutamente completo. No tiene necesidades ni deseos.
Muchísimas gracias. Siempre agradecida de conocer otras opiniones y puntos de vista :)
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