miércoles, 31 de octubre de 2018

Instante

Fue un instante, levantar la vista, y ver a ese Audi negro venir de frente hacia mí. Me quedé petrificada y pisé el freno:
- Debe ser un error- pensé. ¿Será que me he equivocado de carril? - barajeé.
Pensé que en algún momento acabaría de adelantar y se colocaría en su sitio, pero ese momento no llegaba y el adelantamiento se me hacía eterno. Fueron segundos, pero ahora que evoco el recuerdo me doy cuenta de que en mi memoria todo se reproduce a cámara lenta. Quizá sea porque de esos segundos dependía mi vida, aunque en ese momento no me diera tiempo a pensarlo.
El claxon de un camión me sacó de mi embotamiento. Le pitaba al Audi negro. No era yo la que conducía por el carril erróneo... Dirigí mi mirada hacia el camión; era a él a quién adelantaba el Audi. La bocina sonó como una reprimenda al conductor que hacía aquel temerario adelantamiento.
Finalmente acabó de adelantar y la vida de la persona del Audi, la del camionero y la mía propia pudieron continuar.
Pensé que Dios me había salvado y que aún no era mi hora. Que tengo muchas cosas que hacer.
Agradecí mi suerte y reflexioné lo estúpidos que somos los humanos; nos creemos eternos y omnipotentes, y vivimos enzarzados en peleas absurdas, en problemas absurdos... nos olvidamos de que estamos de paso...
Basta un día un susto para darte cuenta de que lo verdaderamente importante es que estamos vivos.


                                                                                                   GRACIAS DIOS