miércoles, 25 de abril de 2018

¿Por qué decidí estudiar Derecho?

Debo decir que, cuando siendo niña me preguntaban ¿qué quieres ser de mayor?, yo nunca, y cuando digo nunca es nunca, nunca dije que quisiera estudiar Derecho, ni dedicarme al mundo de las leyes.
Decía que quería ser maestra, o trabajar en el sector turístico. Magisterio, Turismo y Trabajo Social eran los Grados que dije que estudiaría al acabar el Instituto.
Cuando llegó el tiempo de tomar la decisión me estaba decantando ya por Trabajo Social y llegué a preinscribirme en ese Grado en la Uned. Sucedió entonces lo típico; que te imprimen una hoja con el listado de asignaturas, y cuando lo leí no me sentí totalmente a gusto. Pensé y me dije a mí misma: ¿No me digas que a estas alturas también te estás echando para atrás con este Grado?
No recuerdo si le hice caso o no a este pensamiento, pero al entrar en la página web de la Universidad para saber más antes de matricularme definitivamente, me encontré a mí misma mirando las asignaturas de la carrera de Derecho, grado que pertenece a la misma facultad que Trabajo Social. Lo cierto es que las asignaturas me llamaron mucho más la atención...
El día que finalmente fui a matricularme consulté si podía cambiar mi elección primera, y lo bueno fue que me lo permitieron porque ambas carreras pertenecían a la misma facultad.
Una decisión que me llevó años, y que sin embargo, al final tomé en menos de un mes.
Nunca me he arrepentido de haber escogido esa carrera aunque lo haya hecho precipitadamente. Y creo firmemente que es la carrera que más acorde va conmigo y con mi personalidad.

Ahora que ya estoy graduada muchos me preguntan por qué no quiero ser abogada, que qué sentido tiene que estudiara esa carrea si no voy a ejercer de abogada. La gente habla desde el desconocimiento...
Derecho es mucho más que ser abogada o Juez. Puedes ser procuradora, Letrada de la Administración de Justicia, Auxiliar en el Juzgado, Gestor Procesal, Tramitador Procesal, Notario, dedicarte a Hacienda, opositar para Guardia Civil o Policía Nacional- cosa que también me hubiera gustado hacer- o, por supuesto, Abogada o Juez que son las profesiones que la gente más fácilmente relaciona con el Derecho.
Anecdóticamente, cuando estaba casi acabando la carrera descubrí que mis antepasados también se dedicaron al mundo de las leyes. El padre de mi bisabuelo materno estudio Derecho, y su padre también, este último incluso llego a ser Procurador en Cortes. Ellos pudieron porque tenían posibles.
Mis parientes más cercanos no tuvieron posibles y no estudiaron. Yo, que me creía la primera en la familia en tener carrera, descubrí que mucho antes que yo, mis antepasados ya lo habían hecho y que encima habían estudiado lo mismo que yo.
¿Quién me iba a decir el día que a último momento me decanté por Derecho, que muchos años antes mi tatarabuelo se había decantado por lo mismo?
Para los que me dicen que el derecho no es para NADA JUSTO, solo puedo decir que, sí, tiene sus fallos, pero de entre todas las formas que tenemos para corregir los fallos de la sociedad, creo que es la MÁS JUSTA, LA MÁS PERFECTA que hemos encontrado, pero perfecto no hay nada, y el derecho, en su vocación de servicio público, tiene sus fallos, como todo en la vida.