¿Defecto de fábrica?

¿Tengo algún defecto de fábrica?

Algo que hace que la gente pasado un tiempo se aleje de mí o que directamente mi persona les resulte repugnante y me rechacen aún antes de conocerme.

Desde niña siento eso. Ni siquiera las personas que se suponen deben quererlo a uno lo hacen en ocasiones... 

Como me suele decir mi madre, para animarme; "  a algunas personas nos cuestan más las cosas que a otras ".

Yo no sé que será, pero sí se que no soy muy afortunada generando sentimientos en las personas, y que cuanto más me esfuerzo en caer bien, en encajar, en agradar a todo el mundo...precisamente lo que consigo es generar el efecto contrario; caer pesada o resultar molesta.

Será mejor que empiece a dejar  de pretender agradar a todo el mundo y concentrarme en mí misma. En reforzar a mi persona.

El amor prohibido

¿Hay amores prohibidos?

Deberíamos empezar dando respuesta a esta simple y a la vez complicada pregunta.

La palabra prohibido me sugiere algo ilegal, algo que no puede ser, que no está bien.

¿Acaso amar está mal, es algo malo?

Todo depende de lo que consideremos AMOR; podríamos decir que un amor prohibido es el amor por alguien casado, pero para mí eso no es amor (una persona que tiene pareja y desea a otra no sabe amar), eso no es "amor prohibido" tal y como yo lo considero. Es deseo prohibido, atracción prohibida, pero no es amor.

En mi opinión, no hay amores prohibidos. Dios sabe como hace las cosas. Si dos personas se encuentran y están destinadas a ser, eso no está prohibido.

Creo que no me estoy explicando bien... porque es un poco difícil explicarlo.

Todo lo que Dios hace brotar puro en el corazón humano como amor, no debe prohibirse. Considerando amor aquel sentimiento entre dos personas que no hace daño a nadie, (a veces es un amor como el de Meggie Cleary, que no hace daño a nadie más que a ellos mismos). 

https://www.youtube.com/watch?v=0BIySl7Seis 

Ejemplos podrían ser amores prohibidos por las convenciones sociales, la familia, la raza, etc.

Pero en mi opinión, no hay amores prohibidos, nadie puede prohibir lo que Dios ha destinado a ser. 

 

EL RECHAZO (2ª parte)

Lo prometido es deuda.

La semana pasada dije que yo misma iba a tomar el riesgo, y que esta semana os contaría mi experiencia.

¿Mi experiencia? Sí, me han rechazado. Pero aquí estoy, sigo de pie, y no me falta ningún trozo.

No perdí yo, perdió la otra persona.

Por eso os animo a que el miedo al rechazo no os paralice. No tenéis nada que perder; si tenéis más suerte que yo y os dicen que sí, pues fantástico. En cambio,si os pasa como a mí, os sentiréis un poco dolidos en vuestro orgullo, pero pasados unos días dejará de importaros.

¡Ánimo! Que de todo se aprende.

El rechazo

El rechazo es una de las formas  de indiferencia más tristes que existen. Es un sentimiento que nos hace cuestionarnos todas nuestras virtudes y cualidades; "quizá- nos preguntamos- no somos lo bastantes guapos, lo bastante fuertes, lo bastante atractivos, lo bastante buenos".

La única diferencia entre el rechazo, y su forma más simple, que es la indiferencia es que, en el caso del rechazo previamente ha habido una oferta por parte del que sufre la indiferencia. Al ser rechazada nuestra oferta, la indiferencia pasa a ser rechazo. Según la RAE rechazar puede ser definido como,

rechazar.

Del fr. ant. rechacier, der. de chacier, del m. or. que cazar.

1. tr. Forzar a algo o a alguien a que retroceda.

2. tr. Resistir al enemigo, obligándolo a retroceder.

3. tr. Contradecir lo que alguien expresa o no admitir lo que propone u ofrece.

4. tr. Denegar algo que se pide.

5. tr. Mostrar oposición o desprecio a una persona, grupo, comunidad, etc.

6. tr. Med. Producir o experimentar rechazo (‖ inmunológico).

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Todos tenemos miedo al rechazo, a ser rechazados (eso es normal), pero, como me dijo una amiga, el No ya lo tenemos. 
¿Qué perdemos con que nos rechacen? ¿Nuestro orgullo? Bueno, pues después de sentirnos heridos en nuestro maravilloso orgullo, a seguir adelante, eso poniéndonos en el peor de los supuestos.
Se que es muy fácil decirlo y muy difícil ponerlo en práctica, por eso yo misma voy a ponerlo en práctica. Yo misma voy a probar si me dan una patada en mi maravilloso orgullo, o si la cosa resulta y merece la pena arriesgar... sea como sea, el no ya lo tengo. 
La próxima semana contaré como ha sido mi experiencia.