No sé si a ustedes os pasa, o a alguien más le pasa. Supongo que sí que habrá muchas más personas como yo de las que imagino.
Cuando estoy en un lugar antiguo o con cierta historia, disfruto imaginando cómo sería ese lugar en el pasado y cómo sería la gente que en esa época vivió. Cuántos de mis antepasados, o simplemente gente que no conocí, pisaron esas mismas piedras que yo estoy pisando; cuántas historias, cuántas vidas, cuántos amores y desamores, cuánta humanidad... ¿Cuáles serían sus inquietudes y preocupaciones?
Si las piedras hablaran...
Disfruto del hecho de sentarme en silencio en un sitio antiguo y tratar de viajar atrás en el tiempo con la imaginación. ¿Cómo sería todo?
Nosotros venimos al mundo, vivimos nuestra vida, dejamos nuestra estela y marchamos. Algunos dejaron más huella que otros; pero todos pisaron el mismo mundo que nosotros pisamos ahora.
Quizá dentro de muchos siglos alguna persona de alma inquieta sentada en el muro a los pies del Santuario de la Virgen de las Nieves también se pregunte quién piso aquel suelo empedrado, y entonces, aunque sea durante ese efímero momento, todos nosotros, humanos de esta época volvamos a existir.
Así es, los humanos somos un suspiro en este mundo. También pienso en ello a veces, sobretodo cuando visito algún lugar muy antiguo, es decir, con huella humana. Me gustaría dejar una bonita huella en este mundo.
ResponderEliminarCreo que ese sentimiento nos ha pasado a muchos en algún momento de nuestra vida, sobre todo cuando tomas consciencia de lo efímera que es!!
ResponderEliminarY ya si le ponemos imaginación, podemos reavivar por un momento algo de lo que pudo pasar!!
Es algo bonito!