¿Qué es la confianza? Primero la
voy a definir con mis propias palabras, y después voy a acudir al diccionario
de la RAE para obtener una definición más precisa.
Para mí la confianza es tirarse
desde un precipicio a sabiendas de que en el suelo nos espera un mullido
colchón sobre el que caer. Confianza es no necesitar saber, ver, ni oír para
conocer. La confianza es dejarse llevar plenamente, sabiendo que te estás
dejando llevar por alguien o algo que no te va a hacer ningún daño, al menos intencionalmente.
Según la RAE, la confianza es “de confiar:
1. f. Esperanza firme que se tiene
de alguien o algo.
2. f. Seguridad que alguien tiene en
sí mismo.
3. f. Presunción y vana opinión de
sí mismo.
4. f. Ánimo, aliento, vigor para
obrar.
5. f. familiaridad (‖ llaneza en el trato).
6. f. Familiaridad o libertad
excesiva. U. m. en pl.
7. f. desus. Pacto o convenio hecho
oculta y reservadamente entre dos o más personas, particularmente si son
tratantes o del comercio”.
En mi opinión, la confianza puede
dirigirse a tres entidades:
1. Hacia otras personas. Confiamos en las personas; en que no nos
traicionarán, en que no nos harán daño. Normalmente confiamos en las personas
que amamos, pero también confiamos en extraños: en que el médico que nos
atiende sabe lo que hace, en que el coche que nos venden funciona, en el piloto
del avión donde viajamos…
2. Hacia Dios: los que creemos en Dios,
llamémoslo como lo queramos llamar, confiamos en que nos acompaña, nos protege,
nos cuida. Confiamos en que haya algo después de la muerte y que ésta no es el
fin.
3. Hacia uno mismo: quizá ésta sea la
confianza más importante de todas; la confianza en uno mismo. Creo que nadie en
su sano juicio va a traicionarse a sí mismo, además, es la base de todo: si no
confiamos en nosotros mismos, mucho menos podremos depositar la confianza en
los demás.
Para mí hay 3 tipos de confianza,
que yo denomino así: confianza ciega, sana y profesional. A continuación
expongo cada una de ellas:
I.
Confianza
ciega. Es la confianza total; la de aquel que cree a pies juntillas todo lo
que se le dice. Es muy raro que se de esta confianza, porque incluso el que
cree en Dios sin necesidad de verlo, tiene alguna vez sus dudas… Creo que el
único ejemplo posible de este tipo de confianza se da en los niños hacia sus
padres cuando son muy muy pequeños.
II.
Confianza
sana. Es aquella que existe, en mi opinión, en las relaciones de pareja
sanas e igualitarias; confían en su pareja, pero no es totalmente una confianza ciega (como la anterior) que
les nuble la visión y el entendimiento.
III.
Confianza
profesional. Es la que tenemos hacia el piloto del avión en el que
viajamos, en el médico que nos atiende, en la empresa farmacéutica que elaboró
el medicamento que nos estamos tomando, etc. Es casi como la confianza ciega de los hijos pequeños hacia
sus padres, pero porque no nos queda más remedio que confiar en un profesional
que, se supone, conoce más de ciertos temas que nosotros.
Si crees que pueda existir algún otro tipo de confianza o quieres añadir algo que consideras que pasé por alto, puedes hacerlo en los comentarios ;)
Confianza, cualidad esencial para que existan buenas relaciones sociales y personales!!
ResponderEliminarY creo que es algo innato, confiar, fiarse de,
Lamentablemente ,ésta noble cualidad, va a ir encontrando algunas desilusiones a lo largo de la vida, pero no porque dejemos de confiar,sino porque no siempre encontraremos correspondencia.
Un abrazo!
Excelente reflexión 👏👏👏👏
ResponderEliminarMuchísimas gracias!!
Un abrazo grande